jueves, 4 de diciembre de 2008

El tratamiento ambulatorio

El ámbito de un dispositivo ambulatorio, facilita el abordaje de factores relevantes de la vida cotidiana del paciente que acude a recibir tratamiento y se mantiene en su medio habitual.

La atención se dirige directa y principalmente a reducir o parar el consumo de drogas pero, en la práctica, aborda también el deterioro social y ocupacional asociados, así como la estructura y el contenido del programa individual de recuperación del paciente.

Aunque pone el énfasis en objetivos conductuales a corto plazo, trata de enseñar estrategias y procedimientos de afrontamiento para mantenerse abstinente.

La capacidad de entender y de anticiparse a los distintos problemas prácticos que se presentan en la adicción, así como de persuadir a los pacientes de la necesidad de aplicar las técnicas aprendidas son procedimientos con los que el clínico influye sobre los pacientes y les ayuda a ponerse en el camino de la recuperación.

En muchos casos, ha de continuarse con un seguimiento posterior en el que hay que tratar de mantener los resultados positivos alcanzados, identificar las situaciones, afectos y pensamientos que continúan siendo problemáticos y fomentar la implicación de los pacientes en actividades seguras y libres de drogas.

Los ingredientes activos específicos son los siguientes:

- Análisis de la funcionalidad del abuso de la droga principal y de otras sustancias.
- La confrontación de las creencias y de las expectativas del paciente acerca de su control sobre la sustancia.
- Entrenamiento individual en el reconocimiento y afrontamiento del “deseo impulsivo”, los pensamientos sobre el uso de sustancias, la solución de problemas, la anticipación de las situaciones de riesgo, el reconocimiento de decisiones en apariencia irrelevantes y las habilidades para rechazar el consumo.

- Control de los procesos cognitivos relacionados con el consumo.
- Identificación y análisis de situaciones de riesgo pasadas o futuras.
- Aplicación de habilidades aprendidas dentro y fuera de la sesión.

La prevención de recaídas en el consumo incluye:

Reducir la disponibilidad de sustancias.
Detección de las situaciones de riesgo.
Identificación de la reactividad condicionada.
Identificar las decisiones «aparentemente irrelevantes» con las que comienzan las recaídas.
Modificar el estilo de vida.
Afrontar situaciones de riesgo.
Afrontar otros estados afectivos negativos.
Mejorar las relaciones interpersonales y el soporte social en ámbitos libres de drogas.
Desarrollo de refuerzos alternativos al consumo.

Como apéndice, y con humor, una escena de los Monty Phython manejando con maestría la típica negación hacia el consumo de una amable viejecita.


¿Cuando, cómo, dónde y quién, le dará una razón, un motivo, provocará una circunstancia, generará una situación para CAMBIAR?