jueves, 11 de febrero de 2010

Historia de una adicción

Dejé las drogas, pero no las adicciones

"Tengo 2 semanas yendo a una clínica para reducir de peso. El proceso comenzó hace un mes y medio, cuando me decidí y me convencí que debía cuidarme, así que en este lapso llevo cerca de 7 kilos menos.
¿Qué tiene esto qué ver con las adicciones? Mucho.
Me explico.
Y aclaro: haber dejado las drogas no me ha convertido en héroe ni en súper hombre, nunca he pretendido eso ni más ni menos. Al escribir mi historia, simplemente he querido que alguien en la misma situación entienda que hay salidas, y cuento todo esto porque así como deje las drogas, quizá dejé una dependencia y la cambié por otra: la comida. Tan mala una como la otra. Finalmente, dependencias, anclas que nos ponemos para detenernos, para complicarnos.
Y viene a colación todo esto porque este fin de semana viví uno de los procesos similares de recaída que había experimentado cuando comencé a dejar la droga: miedo, escondido tras diversas máscaras, pero miedo, finalmente.
“Contento” por mis primeros 7 kilos menos, el sábado me engañé, como cuando la droga, y pensé una estupidez, como las que pensé los primeros 4 años de rehabilitación: “pues ya me merezco un gramito, ¿no? Ya la dejé tanto tiempo, que un gramo no me hará daño”.
Qué tonto.
Así, el sábado me di un buen atracón de comida, bebida, botanas, pasteles… Ay, qué tonto, en serio. Y esta vez, como aquellas en que recaí en la droga (mi proceso para dejarlas, he contado, fue de poco más de un año), al día siguiente de mi comilona desperté con una conciencia plena que me hizo cuestionarme: otra vez, ¿miedo a estar bien, a vivir mejor? ¿Tan anclado estoy a mi miedo? ¿Tan poco me quiero?
No, esta vez no me he lacerado ni me he castigado. Nada malo he hecho. Recaer no es una gracia, ciertamente, pero es parte del proceso de recuperación. Lo que no se vale es usar este pretexto parta caer y caer infinidad de veces.
Recaer no es vencerse; recaer es válido cuando se cae con plena conciencia de querer levantarse, de querer comenzar de nuevo, de nunc dejar de intentarlo. Sí, el fin de semana cometí un error que estoy trabajando y que me lleva, nuevamente, a intentarlo, a no tener miedo de sentirme bien, a no sentir miedo de cuidar mi salud, a no tener miedo de salir de esta zona de “confort” que representa el sobrepeso. Una vez más emprendo una batalla conmigo mismo, a no dejar que mi mente boicoté este proceso de superación. Esta vez, igual que hace 8 años, cuando dejé las drogas, volveré a intentarlo, con una plena conciencia de querer mejorar mi estilo de vida. Hace 9 años, poco más, inicié el proceso de recuperación para dejar de consumir cocaína, y no fue una, sino muchas las veces que recaí, absurdamente, cuando parecía que llegaba al final del túnel y veía la luz, zás, un gramo, otro gramo… un golpe, otro golpe, otra caída.

Qué triste que sea así el proceso de recuperación, pero sería más triste quedarse en el suelo, en la caída, esperando que llegue la ayuda del cielo".

Víctor Hugo Sánchez

http://sdpnoticias.com/sdp/columna/victor-hugo-sanchez/2010/02/08/580463
¿Cuando, cómo, dónde y quién, le dará una razón, un motivo, provocará una circunstancia, generará una situación para CAMBIAR?